Es oficial, México eligió a la primera mujer como su Presidenta. Un hecho histórico que marca un antes y un después en el país donde por 200 años la política y sobre todo el puesto con más poder, fue dominado por hombres.
Claudia Sheinbaum, científica de profesión, doctora en Ingeniería Energética, “madre, abuela y mujer de fe”, como mencionó en su discurso de toma de protesta, se convirtió el 1 de octubre del 2024 en la primera presidenta de México y la primera mujer en gobernar un país de América del Norte. “No llego sola, llegamos todas”, mencionó emocionada en su primer mensaje tras los comicios de junio.
¿Qué significa que una mujer se haya convertido en Presidenta de México?
Este avance no sólo marca un cambio profundo en el panorama político mexicano, también envía un poderoso mensaje en la lucha por la equidad de género y los derechos de las mujeres en un país donde el machismo, la brecha de género y la violencia siguen siendo desafíos urgentes.
En la brecha mundial de género se ha avanzado muy poco, este año se ha cerrado en un 68,5%. Las disparidades sobre todo en la política e industrias como económicas y empresariales, aún persisten pero se ha avanzado con firmeza.
Bajo este contexto, la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México tiene un significado profundo de transformación y empoderamiento para las niñas y mujeres de todo el país. Representa un ejemplo de lo que puede lograr el esfuerzo colectivo de miles de mujeres que lucharon por tomar espacios negados por su género.
No obstante, la llegada de una mujer al poder no resuelve automáticamente los problemas estructurales que afectan a las mujeres en México. La desigualdad sigue profundamente arraigada en numerosas prácticas sociales pero como mencionó Adela Micha en Women Economic Forum Aguascalientes 2024, ahora nos toca exigir políticas
“Ahora lo que nos toca es exigirle a esta mujer presidenta, porque el hecho de que una mujer llegue a ser presidenta no necesariamente significa que a las mujeres nos va a ir mejor. Hay que exigirle y eso nos toca hacerlo porque ha sido un camino largo, penoso, difícil y no podemos dar un paso atrás ni perder un solo derecho de los que hemos conquistado a base de mucho dolor y trabajo”, recalcó la periodista.
Somos testigos de este gran paso, de esta transformación cultural histórica y profunda en México. La elección de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México es un hecho que no solo quedará grabado en los libros de historia, sino también en la memoria colectiva de un país que ha luchado durante décadas por la equidad de género.
Su llegada marca un paso crucial hacia la visibilidad de las mujeres en los espacios de toma de decisiones. Tomemos este momento histórico como impulso para seguir exigiendo políticas que respondan a las necesidades, consolidando los avances obtenidos y abriendo nuevas puertas para futuras generaciones.
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